La Habana, la vibrante capital de Cuba, se erige como un auténtico museo a cielo abierto, donde el tiempo parece haberse detenido en sus históricas calles. Esta ciudad es famosa por su impresionante arquitectura, que abarca desde majestuosos palacios coloniales hasta edificios de estilo neoclásico y art déco, muchos de los cuales están reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí exploramos algunas de las joyas arquitectónicas más vistosas y sobresalientes de La Habana, que no solo capturan la esencia de la ciudad, sino que también cuentan la historia de su pasado glorioso.
El Capitolio
El Capitolio de La Habana es un edificio emblemático y uno de los más bellos de Cuba, se encuentra en una zona de gran importancia histórica. Es un símbolo de la arquitectura neoclásica y un referente histórico de la ciudad. Su construcción comenzó en 1926 bajo la dirección del arquitecto Eugenio Rayneri Piedra, por encargo del entonces presidente Gerardo Machado. Sirvió como sede del gobierno cubano hasta 1959, en 2010 se sometió a una importante restauración para devolverle su esplendor original, y en 2015 volvió a ser la sede del parlamento cubano. Su estilo neoclásico es evidente en sus líneas puras, columnas y cúpula. Para la construcción, se emplearon materiales de alta calidad, como mármoles italianos y detalles en bronce. El interior es igualmente impresionante, con grandes salones, escaleras majestuosas y una decoración rica en detalles. En el vestíbulo principal se encuentra el Kilómetro Cero, el punto de partida de todas las carreteras cubanas y en la cúspide de la cúpula se encuentra una estatua de bronce de la República, una figura femenina que representa la libertad y la soberanía cubana.
Gran Teatro de la Habana
Justo a un lado del capitolio se encuentra el Gran Teatro de la Habana ‘Alicia Alonso’, otra de las joyas arquitectónicas y culturales de la ciudad. Su nombre rinde homenaje a la legendaria bailarina Alicia Alonso, quien dedicó su vida al ballet. Fue inaugurado en 1838 bajo el nombre de Teatro Tacón. A lo largo de su historia, ha sido remodelado varias veces para mantener su esplendor. Es la sede del Ballet Nacional de Cuba y un referente de la cultura cubana a nivel internacional. Su fachada, columnas y esculturas son de estilo neoclásico. El interior es opulento, con palcos y una gran sala de espectáculos con capacidad para 1,500 espectadores. Además de ser la sede del Ballet Nacional de Cuba, alberga óperas, conciertos y otros eventos culturales. Si visitas La Habana, no puedes perderte la oportunidad de conocer este emblemático teatro y disfrutar de un espectáculo.
Catedral de la Habana
Su nombre completo es Catedral de la Virgen María de la Concepción Inmaculada de La Habana. Es el centro religioso más importante de la Habana y se alza en el corazón de la Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su construcción comenzó en 1748 bajo la dirección de la Orden de los Jesuitas. El diseño barroco de la fachada fue inspirado por el arquitecto italiano Francesco Borromini. Su estilo barroco se puede observar en la fachada, en sus dos torres desiguales y en su decoración rica en detalles. El interior es igualmente impresionante, con altares dorados, retablos y frescos que cuentan historias bíblicas. Alberga numerosas obras de arte, incluyendo pinturas, esculturas y objetos religiosos de gran valor histórico. La imagen de la Inmaculada Concepción, a quien está dedicada la catedral, ocupa un lugar central en el altar mayor. En la cripta de la catedral se encuentran las tumbas de personalidades importantes de la historia cubana. A lo largo de su historia, la catedral ha sufrido daños por terremotos, pero ha sido restaurada en varias ocasiones.
Museo Nacional de Bellas Artes
Este majestuoso edificio alberga una vasta colección de arte, tanto cubano como internacional, y ofrece un recorrido por la historia del arte desde la época colonial hasta la actualidad. Fue inaugurado en 1913 como Museo Nacional de la República. La construcción es un excelente ejemplo de arquitectura ecléctica, un estilo que se caracteriza por la combinación de elementos de diferentes épocas y estilos históricos, que crean una composición rica y variada. El interior del edificio cuenta con amplios espacios, techos altos y una decoración elegante. Otra de las características destacadas del recinto son sus escaleras interiores con balaustradas de mármol y barandales de hierro forjado. Su patrimonio artístico se compone por más de 45 mil piezas, por lo que es considerado uno de los más importantes de América Latina y el Caribe. Para exponerlas, el museo se divide en tres edificios: el ‘Palacio de Bellas Artes’, destinado al arte cubano, el ‘Palacio del Centro Asturiano’, dedicado al arte universal, y un tercer edificio que alberga una extensa biblioteca especializada en arte. El museo también cuenta con jardines exteriores que complementan la belleza del edificio y ofrecen un espacio tranquilo para los visitantes.
Hotel Nacional de Cuba
Este hotel es un ícono no solo de La Habana, sino de toda Cuba. Un símbolo de elegancia y un lugar donde han ocurrido eventos de gran relevancia. Se inauguró en 1930 y rápidamente se convirtió en el lugar de encuentro de la alta sociedad y las celebridades de la época, en él se alojaron figuras como Winston Churchill, Frank Sinatra y Marlon Brando. Su arquitectura ecléctica, con influencias del art déco y el estilo colonial, lo hace un edificio imponente y distintivo. Los detalles ornamentales, las columnas y las amplias ventanas le confieren un aire de grandeza y sofisticación. Además de sus habitaciones de lujo, el hotel cuenta con varios restaurantes, bares, piscinas y salones de eventos. Situado en el barrio del Vedado, frente al Malecón, el hotel ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad y del mar. Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar La Habana.
Fortaleza de San Carlos de la Cabana
La Fortaleza de San Carlos es una de las construcciones más impresionantes e históricas de La Habana, y un símbolo de la defensa de la ciudad en el pasado. Fue construida entre 1763 y 1774 por orden del rey Carlos III de España, con el objetivo de reforzar las defensas de La Habana tras el ataque británico de 1762. Su principal función era proteger la entrada a la bahía de La Habana y resguardar la ciudad de posibles ataques enemigos, ya fueran piratas o invasores. Con sus 700 metros de largo y 240 de ancho, es considerada la fortaleza más grande construida por los españoles en América. Su diseño es típico de las fortificaciones del siglo XVIII, con murallas gruesas, fosos profundos y múltiples cañones. Una de las tradiciones más famosas de la fortaleza es el cañonazo de las nueve, una ceremonia que se realiza cada noche a las 21:00 horas desde el Castillo del Morro, recordando la época en que los cañones anunciaban el cierre de las puertas de la ciudad. En la actualidad, la fortaleza alberga un museo que exhibe una colección de armas, objetos históricos y documentos relacionados con su historia. Desde la fortaleza se puede disfrutar de una vista espectacular de la ciudad de La Habana y de la bahía.
Capilla Central del Cementerio Cristóbal Colón
La Capilla Central del Cementerio Cristóbal Colón es una joya arquitectónica y un símbolo destacado dentro de este emblemático camposanto, uno de los más grandes y antiguos del Caribe, fundado en 1868. La capilla, ubicada justo al centro del cementerio, sobresale entre los distintos mausoleos y se erige como el punto de convergencia entre lo terrenal y lo divino. Diseñada por el arquitecto Francisco Marcotegui, su estilo se inspira en la arquitectura bizantina, con una imponente cúpula central y una planta en forma de cruz griega. Con una altura de 28 metros, es el punto más elevado del camposanto y marca el límite máximo que pueden alcanzar las construcciones que la rodean. Su interior, de 241 metros cuadrados, puede acoger simultáneamente a unas 700 personas. Visitar la capilla y caminar por el cementerio es una invitación a recorrer un museo a cielo abierto. El diseño del cementerio es similar al de una ciudad, con calles, avenidas y monumentos, lo que le ha valido el sobrenombre de ‘Ciudad de los Muertos’. Además de la capilla, el cementerio resguarda numerosos mausoleos que contienen los restos de destacadas personalidades cubanas.
