5 razones por las que muero por ir a Chile este 2024

Aunque al mirar el mapa pueda parecer que Chile es prácticamente pura costa, la realidad es que este país latinoamericano cuenta con montones de paisajes naturales y ciudades y pueblos increíbles más allá de la playa. Si bien siempre es un reto elegir nuestro próximo destino para vacacionar, definitivamente este es uno de los países que promete robarte el aliento con panorámicas que no encontrarás en otro sitio. Estas son algunas de las cosas que quiero hacer en Chile en mi próximo viaje.

¡Viajen, disfruten y compartan! 

Para recorrer Santiago de Chile

Como muchas de las capitales latinoamericanas, Santiago de Chile es una ciudad repleta de historia que se va contacto en cada uno de sus barrios. Afortunadamente, la urbe cuenta con un eficiente sistema de transporte colectivo que facilita la movilidad en poco tiempo. Desde conocer la Catedral Metropolitana y el Museo de Arte Precolombino en el Centro Histórico, andar en bicicleta por el Cerro San Cristóbal —el parque más grande de la ciudad—, pasear por el bohemio Barrio Lastarria, hasta admirar las mejores panorámicas desde Sky Costanera —el mirador de 360° más alto de América Latina—. 

Plaza de Armas y Catedral de Santiago
Plaza de Armas y Catedral de Santiago. Foto: Shutterstock
Barrio de Lasteria
Barrio de Lasteria. Foto: Erika Cristina Manno / Shutterstock.com

Para hacer la ruta del Tren del Vino

Chile es uno de los grandes referentes en el panorama vitivinícola de Latinoamérica, y basta con un viaje de un solo día desde Santiago de Chile para conocer los paisajes repletos de viñedos de Colchagua, en la región de O’Higgins. El Tren Sabores del Valle combina ese encanto tranquilo y refinado de los viajes en tren con una experiencia gastronómica que no puede faltar en tu itinerario de viaje. Después de recorrer las viñas y las bodegas de las vinícolas de la zona, los pasajeros participarán en una degustación de vinos para después dirigirse al pueblo de Santa Cruz y conocer el encanto de las tradiciones del campo chileno, y estar de vuelta en la capital para el anochecer.

Viñedos de Colchagua
Viñedos de Colchagua. Foto: Shutterstock
Santa Cruz, pueblo en el Valle de Colchagua
Santa Cruz, pueblo en el Valle de Colchagua. Foto: Shutterstock

Para subir a los ascensores de Valparaíso

Además de ser una de las ciudades portuarias más importantes en la costa central de Chile, Valparaíso es una ciudad que se destaca por su atmósfera bohemia, su arte callejero, su arquitectura colorida y, por supuesto, por sus ascensores y funiculares. Más que un mero medio de transporte, estos vagones que suben y bajan por los cerros se han convertido en un referente cultural e histórico de la ciudad. Sin duda, si quieres conocer Valparaíso, te aconsejamos subir a sus ascensores y, de paso, cargar una copia de La casa de los espíritus de Isabel Allende en la bolsa. Paradas imperdibles son precisamente Cerro Alegre y Cerro Concepción, con espectaculares panorámicas y rincones tremendamente ‘instagrameables’.

Valparaíso
Valparaíso. Foto: Milosz Maslanka / Shutterstock
Ascensores de Valparaíso
Ascensores de Valparaíso. Foto: Shutterstock

Para reconectar conmigo misma en los Lagos de Chile

Si nos dirigimos hacia el sur de Chile, nos encontraremos con la Araucanía, una de las regiones más sublimes del planeta por sus enormes lagos glaciales en cuyas aguas cristalinas se reflejan los paisajes boscosos y el imponente volcán Villarrica. La Región de los Lagos de Chile se caracteriza por su historia milenaria y por ofrecer una atmósfera serena que invita a la introspección y a la conexión con la naturaleza. Alrededor de la zona encontrarás distintas opciones de hospedaje, como el hotel &Beyond Vira Vira, un hotel de lujo con un compromiso ecológico que se mimetiza con el entorno y se inspira en el pueblo mapuche para crear una experiencia holística en este lugar mágico.

Lago Llanquihue
Puerto Veras, a orillas del Lago Llanquihue. Foto: Shutterstock
los lagos chile
Lago Pehoe. Foto: Shutterstock

Para descubrir el Valle de la Luna

Estos paisajes parecen sacados de una película de ciencia ficción, pero en realidad se encuentran en San Pedro de Atacama. El proceso de formación de este valle comenzó hace alrededor de 33 millones de años, a lo largo de los cuales se han formado minerales y rocas sedimentarias, así como caprichosas fallas geológicas, pliegues y dunas que hoy conforman la Cordillera de la Sal. Para visitarlo, es importante contar con un guía y ser muy respetuosos con el entorno, pues este delicado ecosistema es único en el mundo.

Valle de la Luna
Valle de la Luna. Foto: Shutterstock
Valle de la Luna por la noche.
Valle de la Luna por la noche. Foto: Shutterstock