Aunque quizá son los menos, hay rincones que se sienten como una pausa del mundo, la esquina a la que corremos cuando necesitamos un ‘tiempo fuera’. En estos espacios la vida transcurre al ritmo justo, sin prisas pero sin detenerse tampoco, más vibrante que nunca sin necesidad de armar demasiado alboroto (que tampoco es que nos opongamos al alboroto). En la región de Ica, a solo un par de horas al sur de Lima, se encuentra uno de tales sitios. Ubicado en una de las playas peruanas más lindas, Inti-Mar es un lugar de cabañas frente al mar de Perú donde vivirás experiencias únicas en contacto con la naturaleza.
Inti-Mar es un proyecto de turismo vivencial de bajo impacto ambiental en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, concretamente, en la bahía de Paracas. Este lugar consta de seis habitaciones independientes, a modo de pequeñas cabañas frente al mar de Perú. Con instalaciones eco-amigables construidas con materiales rústicos y mano de obra local que procuraron tener un impacto mínimo en el ecosistema y uno positivo en la comunidad, este lugar se rige por un principio de convivencia, curiosidad y respeto. A partir de las 11:00 p.m., todas las luces de Inti-Mar se apagan, dejando que el brillo de la luna y las estrellas iluminen la noche, acompañada del susurro de los lobos marinos y, conforme clarea la mañana, de los pelícanos y las gaviotas.
La Reserva Natural de Paracas es el punto en el que el mar se fusiona con el desierto, y este es precisamente el sitio donde florece el cultivo de conchas de abanico. La extracción de conchas es una práctica milenaria que ha sido uno de los pilares de la alimentación humana en la zona de Paracas desde hace milenios. En Inti-Mar, los visitantes —no es necesario estar hospedado en sus cabañas frente al mar para inscribirse en estas actividades— podrán mirar de cerca cómo funciona la maricultura, específicamente el cultivo de conchas de abanico, en un mini tour en bote que incluso brinda la oportunidad de bucear y recoger algunas conchas para el almuerzo. También se pueden realizar otras actividades, como caminatas hasta la playa del pirata y aventuras en kayak por la bahía.
Además de sus cabañas frente al mar de Perú, otro elemento destacable del que no podemos dejar de hablar es el restaurante de Inti-Mar. No es sorpresa que aquí la base sea marina, desde pulpo y pescado hasta conchas y langostinos. Sin embargo, si te hospedas aquí y quieres algo un poco más reconfortante para la hora de la cena —no hay que subestimar el clima costero, la briza puede ser realmente fresca—, podrás encontrar pastas, pizzas, sopas y sándwiches para calentarte un poco antes de dormir.
¡Viajen, disfruten y compartan!