Si hay una ciudad que el Grinch definitivamente odiaría, esa sería Colmar, ‘la Venecia francesa’, uno de los pueblitos más coloridos, no solo de Francia, sino del mundo. Y es que este lugar, que de por sí es encantador todo el año, en diciembre adquiere una magia especial. Sus calles, canales y puentes se visten con luces navideñas, mientras que los bazares y las ferias llenan el ambiente de alegría. Las casas parecen salidas de un cuento, y están decoradas de tal forma que parecen galletas de jengibre. Sin duda, un lugar obligado para los apasionados de la Navidad porque se sentirán como en el mundo de Villa Quién.
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Colmar, un museo a cielo abierto
¿Pero qué hace a Colmar tan pintoresca? Esta ciudad tiene raíces medievales y se menciona por primera vez en el siglo IX. Se desarrolló como una ciudad imperial libre, lo que le dio autonomía y permitió su prosperidad. Al ubicarse en la región de Alsacia, en la frontera con Alemania y Suiza, Colmar recibió influencias culturales de todas partes, lo que se nota en su arquitectura, que mezcla estilos góticos, renacentistas y alemanes. En sus inicios, fue un importante centro comercial y artesanal, y esa prosperidad se reflejó en la construcción de hermosos edificios que hoy la hacen un museo al aire libre. Lo que más resalta son sus canales, que le han valido el apodo de ‘La Pequeña Venecia’, además de sus puentes y casas de madera que le dan un aire tan veneciano que es imposible no enamorarse.
El pueblito francés con la vibra más navideña
Colmar en Navidad es una verdadera maravilla. Las calles, fachadas y puentes se iluminan con miles de luces, creando una atmósfera mágica y acogedora. Las casas con entramado de madera se adornan con guirnaldas, coronas de adviento y figuras navideñas. La ciudad se llena de pequeños mercados con artesanías locales, adornos navideños, productos típicos de Alsacia y deliciosa gastronomía local como el vin chaud, –vino caliente–, las bredeles, –galletas de jengibre–, la choucroute garnie, –col fermentada con carnes y salchichas–, y la tarte flambée, –pizza alsaciana–. Además, a lo largo de la Navidad, se organizan conciertos, espectáculos de luz y sonido, y otros eventos que hacen de la visita a Colmar una experiencia inolvidable.
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Experiencias imprescindibles en tu visita a Colmar
Además de pasear por sus coloridas calles, una de las experiencias imprescindibles en Colmar es recorrer sus canales en barco. Visita la Iglesia de los Dominicos, que se adorna con preciosas decoraciones navideñas tanto en su fachada como en su interior. Descubre Maison des Têtes, una casa que tiene más de 100 cabezas esculpidas en su fachada, y es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. El Museo Unterlinden es otra parada si quieres conocer la historia de la región y ver obras de arte como el famoso Retablo de Isenheim. La Koïfhus, también está en la lista, se trata de un antiguo almacén de telas que ahora es un centro de exposiciones. Colmar es famoso por la ruta del vino de Alsacia, gracias a sus excelentes vinos blancos como el Riesling y el Gewürztraminer, por lo que aprovechar para hacer una cata de vinos locales es una excelente idea. Ahora lo sabes, si buscas un lugar dónde vivir la magia de la Navidad, Colmar es un destino inigualable.
¡Vive la magia de la navidad en Colmar!