¿Sabías que existen más de 2 mil tipos de frutas en el mundo? Cada una de ellas es única, saludable y deliciosa, pero muchas son poco conocidas fuera de sus regiones de origen. Esto se debe a que requieren condiciones climáticas específicas y su cultivo se limita a lugares concretos. Tal es el caso de las frutas colombianas que crecen ante una diversidad de climas y ecosistemas asombrosos. En este país encontrarás una variedad de frutos que son riquísimas y poco comunes en otros lugares. Durante tu próximo viaje pruébalas y disfruta de su sabor.
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Tipos de frutas colombianas
Curuba
La curuba es una de las frutas colombianas que vale la pena probar y conocer. Con un pasado precolombino, hasta los Incas la mencionaban en su arte. También la llaman tumbo, parcha o taxo, y es originaria de Sudamérica, especialmente de la Cordillera de los Andes. Es parte de la familia de las pasifloras, como el maracuyá. Tiene una forma alargada, parecida a un plátano, y su piel es verde, pero se vuelve amarilla cuando está lista para comer. La pulpa es de un color anaranjado brillante, llena de pequeñas semillas comestibles. Su sabor es una mezcla deliciosa de dulce y ácido, con un toque cítrico y un aroma que la hace única. Está repleta de nutrientes y antioxidantes, su fibra es buena para la digestión y previene el estreñimiento. También es conocida por sus propiedades relajantes, ayuda a combatir el insomnio y el estrés. Y no olvidemos que es perfecta para mantener la piel hidratada.
Lulo
El lulo es una fruta tropical que proviene de la región andina de Colombia, Ecuador y Perú. Su nombre significa ‘pequeña naranja’, y su sabor es todo un viaje exótico: imagina una mezcla de lima, ruibarbo, piña, tomate y fresa. Tiene una forma redondeada o ligeramente ovalada, y su piel brilla en un naranja o amarillo intenso. La pulpa es amarilla anaranjada y está llena de pequeñas semillas comestibles. Es rica en vitamina C, lo que ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico y a eliminar toxinas. En Colombia es la base de muchas bebidas refrescantes, como la famosa lulada. Su sabor potente lo convierte en un ingrediente perfecto para hacer mermeladas y jaleas, además de darle un toque exótico a los cócteles. También lo conocen como naranjilla, coconilla, quito, uva de monte o nuquí. Definitivamente es una fruta que tienes que probar.
Mamoncillo
El mamoncillo, también conocido como huaya, guaya o quenepa, es una fruta que proviene de la zona intertropical de América. Su nombre científico es Melicoccus bijugatus, pero lo que realmente importa es su sabor, una mezcla entre lo dulce y ácido, con un toque cítrico y una textura un poco gelatinosa. Este pequeño y redondo fruto tiene una cáscara verde delgada y una pulpa amarilla anaranjada que es pura delicia. Dentro, encontrarás una semilla grande y dura. Además, es una buena fuente de vitaminas como C, B3, B6 y B12, así como de minerales como hierro y calcio, y su fibra ayuda a la digestión. Se come directamente, sacando la pulpa con los dientes, y su sabor lo hace ideal para preparar bebidas refrescantes. También puedes hacer almíbar, mermeladas o jaleas, e incluso en algunas regiones lo usan para hacer licores. Hay diversas variedades de mamoncillo y en algunas culturas, se le da un uso medicinal.
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Frutas colombianas con propiedades antioxidantes
Feijoas
Las feijoas pueden parecer guayabas, pero en realidad no lo son; de hecho, a veces las llaman falso guayabo’. Su sabor es único y complejo, con notas de guayaba, piña y un toque de menta, todo con un leve ácido que las hace irresistibles. Tienen una forma ovalada, un poco como un huevo, con una piel verde rugosa que varía en tamaño desde una nuez hasta una manzana pequeña. La pulpa es jugosa, blanca o ligeramente rosada, y está llena de pequeñas semillas comestibles. Son ricas en vitamina C, lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y actúa como antioxidante. También aportan minerales como potasio, magnesio y hierro. Es una fruta muy versátil ya que puedes comerla directamente sacando la pulpa con una cuchara, usarla para hacer helados, sorbetes y pasteles, o incluso encurtirla en vinagre para darle un sabor aún más interesante. Sus flores son grandes y hermosas, con pétalos blancos y estambres rojos. Asegúrate de consumirla cuando esté madura, porque su sabor se intensifica y es simplemente delicioso.
Chontadura
La chontadura es otra de las frutas colombianas que debes probar durante tu visita a este país. También es conocido como pejibaye, pupuña, pijuayo, pixbae, pifá, pibá, chima, cachipay, chonta o tembe y su origen se da en las selvas tropicales de América, especialmente de la Amazonía. Tiene una forma redondeada u ovalada, su cáscara es dura y puede ser roja o amarilla, dependiendo de la variedad. La pulpa es de un naranja intenso, suave al tacto, y su sabor es una mezcla deliciosa de dulce y ligeramente ácido, con notas que recuerdan a la nuez y el coco. Está cargada de vitaminas A, C y del complejo B, que son clave para mantener el cuerpo en forma. Su fibra buena para la digestión y ayuda a mantener un peso saludable. La forma más común de disfrutarla es cocinada, ya sea hervida, al vapor o asada. Y si mueles la semilla, puedes hacer harina y usarla en panes, galletas y otros deliciosos productos de panadería. En algunas comunidades indígenas, la chontadura tiene un significado especial y se utiliza en rituales y celebraciones.
Mangostinos
El mangostino es una fruta con una forma realmente peculiar y llamativa. Su piel es de un púrpura intenso, y cuando la abres, encuentras una pulpa blanca y jugosa que con un sabor único difícil de describir, muchos lo comparan con la lichi pero es una mezcla de mango, piña y uva. Es redonda, y su piel es gruesa y dura. La pulpa está dividida en segmentos y tiene una semilla grande en el centro. El mangostino es otra de las frutas colombianas famosas por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, mejora la digestión y mantiene un peso saludable. La mejor manera de disfrutarlo es fresco: simplemente pela la fruta y saca la pulpa con una cuchara. También se usa para hacer postres, helados y jugos y, a veces le llaman la ‘reina de las frutas’ por su sabor exquisito y sus propiedades medicinales.