Los amantes del senderismo deberían tener el Parque Nacional del Paraíso Eslovaco en su lista de imprescindibles. Este lugar es uno de los mejores destinos del mundo para esta actividad ya que el parque ofrece una red excepcional de escaleras y plataformas que permiten explorar rincones inaccesibles. El aventurero tiene la oportunidad de ascender junto a majestuosas cascadas y explorar misteriosas cuevas, todo mientras disfruta de vistas dramáticas que quitan el aliento. Aunque es importante mencionar que la belleza de este lugar implica cierta valentía, por lo que no es muy recomendable para personas con vértigo.
Kilómetros de senderos transitables
El Parque Nacional del Paraíso Eslovaco, o Národný park Slovenský raj en eslovaco, es uno de los nueve parques nacionales de Eslovaquia, situado en la región de Spiš, al este del país. Tiene una superficie de 197 mil kilómetros cuadrados, de los cuales 300 kilómetros son senderos transitables, y más de 450 cuevas que crean un fascinante mundo subterráneo. El parque es famoso por sus formaciones de roca caliza así como por sus impresionantes cascadas y estanques cristalinos que emergen de profundos cañones y gargantas como la famosa cascada de Veľký Sokol. Su rica vegetación alberga especies como pinos, abetos, cedros y robles, creando un entorno exuberante y diverso. Desde su declaración como área protegida en 1964 y su conversión en parque nacional en 1988, el Paraíso Eslovaco se ha convertido en un destino ideal para aquellos que buscan horas de aventura y adrenalina en un entorno natural inigualable.
Distintas rutas con caminos equipados
En el parque nacional, tienes un montón de rutas para elegir, con diferentes niveles de dificultad, pero todas con caminos espectaculares. Puedes acceder al parque por cuatro entradas, así que tendrás que planificar tu llegada según la ruta que quieras seguir. El parque está muy bien señalizado, con indicaciones de distancias y tiempos, así que en verdad no hay riesgo de perderse. Aun así, tómalo con calma y asegúrate de llevar buen calzado para evitar resbalones. Los caminos están equipados con cuerdas y cadenas para que puedas avanzar con seguridad. Después de subir y bajar, también podrás disfrutar de sendas amplias y cómodas, rodeado de hayedos, pinares, y respirando aire puro.
Cascadas majestuosas y cuevas de hielo
Además de disfrutar de numerosas cascadas que se congelan en invierno, uno de los puntos más destacados del parque es la cueva de hielo Dobšinská, la más grande de Eslovaquia y la única de todas sus cuevas declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Otro lugar imperdible es el lago de Dedinky, junto con el sendero que atraviesa el espectacular cañón de Suchá Belá. Aunque el parque tiene tarifas de entrada, son bastante accesibles y justificadas, ya que el mantenimiento de los senderos, escaleras de madera y cadenas requiere atención constante. En el corazón del parque, encontrarás una zona turística con cabañas para alojarte, un restaurante y servicios de rescate de montaña. También podrás explorar las ruinas de un antiguo monasterio cartesiano del siglo XIII. La primavera y el otoño son las estaciones ideales para visitar, cuando las temperaturas son agradables y la vegetación alcanza su máximo esplendor.