Desde los primeros momentos de la conquista española del territorio americano, Cartagena de Indias se convirtió en uno de los principales puertos del Caribe, una pieza clave tanto a nivel comercial como político. Así pues, la ciudad floreció dentro de una enorme muralla que la resguardaba de los ataques del exterior, y hasta el día de hoy conserva ese encanto de antaño que, sin embargo, en ningún momento ha dejado de ebullir con el ir y venir de la vida diaria y de la autenticidad de su gente. Si no conoces Cartagena (Colombia), aquí te dejamos siete razones por las que tienes que empacar las maletas y comprar tu boleto ¡ya!
¡Viajen, disfruten y compartan!
Por su muralla
Cartagena fue uno de los puertos españoles más estratégicos para el comercio en América y, por lo tanto, uno de los más propensos a ataques y saqueos. Por este motivo, a partir del siglo XVI y a lo largo del siglo XVII se alzaron murallas a lo largo de 13 kilómetros que rodearan toda la ciudad para protegerla de estos asaltos. A lo largo de su historia, estas fueron fortificadas y ampliadas en varias ocasiones para adaptarse a las nuevas formas de ataque. Hoy por hoy se conservan varios tramos a lo largo de los cuales se puede pasear. También se pueden encontrar varios baluartes —como el Baluarte de Santo Domingo— y cañones antiguos que fueron utilizados para defender la ciudad.
Por su casco histórico
El casco histórico corresponde a la ciudad colonial construida al interior de las murallas, y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Entre los edificios más emblemáticos se encuentra la Catedral de Santa Catalina de Alejandría, construída en el siglo XVI a la llegada de los españoles, con un altar barroco y una fachada neoclásica dignas de la época. También destaca el antiguo Palacio de la Inquisición, que durante el siglo XVIII sirvió como tribunal y cárcel y que hoy es sede del Museo de Cartagena de Indias. Frente a este se encuentra la Plaza de Bolívar, que pese a su sombrío pasado, hoy es un punto de encuentro para tomar café en pleno corazón de la ciudad.
Por su arquitectura colonial de casonas coloridas
Pasear dentro de las murallas es una delicia no solo por los edificios emblemáticos, sino también porque a lo largo de sus calles se alinean edificios coloniales súper coloridos con balcones de hierro forjado y patios interiores. Cuando te canses de caminar, siempre puedes sentarte en alguna de las terrazas y cafés de la Plaza de los Coches, con su atmósfera histórica y un ambiente ultra bohemio donde encontrarás increíbles restaurantes y tiendas de arte y artesanías.
Por el ambiente bohemio del Barrio de Gatsemaní
Este es uno de los barrios más vibrantes y auténticos de Cartagena. Ubicado fuera de las murallas, es conocido por su rica historia, que siempre ha estado ligada a la protesta y a la revolución (no es casualidad que precisamente aquí se haya dado el Grito de Independencia). Fue fundado en el siglo XVI, y por mucho tiempo fue el barrio habitado por la población negra esclavizada, y el día de hoy es uno de los principales sitios de interés de la ciudad, por su actividad cultural y su fervor artístico (no es difícil toparse con arte urbano recubriendo las paredes coloridas). Aquí se puede encontrar una mezcla única de culturas, arte y música, además de una gran cantidad de bares y restaurantes de comida local y música en vivo en la Plaza de la Trinidad y en el Mercado de Bazurto.
Por el Castillo de San Felipe de Barajas
Esta fortaleza ubicada en la cima de una colina fue parte de las estrategias militares para defender la ciudad de posibles ataques. Construído en el siglo XVII, fue la fortificación colonial más grande de América y cuenta con una estructura compleja que incluye túneles subterráneos, murallas, bastiones y cañones. Al día de hoy sigue siendo uno de los sitios más impresionantes de Cartagena —reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO— y vale la pena conocerlo para explorar sus túneles y murallas, además de disfrutar de una panorámica espectacular de la ciudad y del mar Caribe. No te olvides de darte un momento para apreciar su belleza al caer la noche, pues la iluminación resalta todo el esplendor que de día podrían parecer solo ruinas.
Por los rascacielos del Barrio de Bocagrande
Esta hilera de rascacielos y playas es una de las zonas turísticas más populares de Cartagena. El barrio ofrece una gran variedad de opciones para los visitantes, desde actividades acuáticas en sus costas —como ski acuático, snorkel y buceo— hasta una gran cantidad de restaurantes, bares y tiendas para disfrutar lo mejor de la gastronomía y la vida nocturna local. Su arquitectura moderna y la monumentalidad de sus edificios se dibuja contra los atardeceres más bonitos y ofrece vistas espectaculares del mar Caribe.
Por las playas caribeñas de la península de Barú
Las playas paradisíacas de Barú, bañadas por las aguas cálidas y cristalinas del Caribe, se encuentran unidas al continente a través de un puente y solo toma una hora llegar a ellas partiendo del centro de Cartagena. Aquí encontrarás la famosísima —y muy concurrida— playa Blanca, a lo largo de la cual se extienden los restaurantes y pequeños hoteles para prolongar tu estancia. La península de Barú también es hogar de la Laguna Encantada, donde puedes admirar el increíble fenómeno del plancton bioluminiscente.