Durante el invierno, las enormes montañas de Whistler y Blackcomb se cubren de nieve, y este pueblo en medio del bosque al norte de Vancouver se convierte en un paisaje de postal. Entre los meses de noviembre y mayo, este famoso destino de ski recibe a más de un millón de viajeros que desean vivir este sueño invernal, ya sea para deslizarse en la nieve de sus larguísimas laderas, o simplemente para pasear por sus calles y tomar chocolate caliente. Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe es que entre junio y septiembre, los paisajes bucólicos se apoderan de los paisajes. Aquí te damos más motivos por los que vale la pena visitar Whistler en verano.
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Para descubrir sus paisajes
Al subir las temperaturas y derretirse la nieve, quedan al descubierto las frondosas montañas cubiertas de árboles que vale la pena explorar desde todos los ángulos. Una de las mejores formas de descubrir el encanto de Whistler en verano es en el teleférico Peak 2 Peak, cuyas góndolas se desplazan desde la cima de la montaña Whistler hasta la de la montaña Blackcomb a más de 2000 metros de altura y ofrecen panorámicas de 360°. Incluso hay una góndola especial con piso de cristal para disfrutar de las vistas en todo su esplendor.
Por supuesto, otra de las actividades que se recomienda realizar para conocer mejor Whistler en verano son las caminatas panorámicas. Además de ser un gran ejercicio, practicar senderismo en los caminos que se abren paso entre la naturaleza es una experiencia perfecta para conectar con el entorno, encontrarte con las ardillas, venados y marmotas que habitan la zona, y tomar las fotos más lindas. Puedes elegir emprender la marcha a solas o unirte a un tour guiado, así como el nivel de la ruta, desde una caminata tranquila para toda la familia, hasta un recorrido hacia los lagos, glaciares y las praderas alpinas.
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Para adentrarte en el bosque a ver osos
Los osos son uno de los grandes orgullos de Whistler, uno de los verdaderos locales de la región que salen a pasear por el bosque a mediados de abril después de un largo periodo de hibernación. La mejor manera de acercarse —y la más segura tanto para las personas como para los osos— es en un tour con guías entrenados que también pueden darte mucha información sobre esta especie. También es posible verlos desde el teleférico, pues estas enormes criaturas suelen merodear por los pastos que cubren las pistas de ski durante el verano.
Para practicar deportes acuáticos en los lagos y ríos
Además de las montañas, Canadá es famoso por sus lagos y ríos. Aunque en el invierno muchos de ellos se congelan por completo, durante el verano son una de las actividades predilectas para refrescarse en los días cálidos. Tan solo en Whistler podemos encontrar cinco lagos de aguas prístinas, todos ellos conectados por un camino que se puede recorrer a pie, sin automóviles. Puedes simplemente sentarte a leer o a comer algo junto al agua y después meterte a nadar, o bien, practicar paddle board o dar un paseo en kayak. Por otro lado, también es posible realizar pesca deportiva mientras disfrutas las vistas de las montañas con sus cumbres nevadas desde el lago.
Otra de las actividades aptas para amantes de la aventura y del ecoturismo es practicar rafting en los ríos Green, Lower Cheakamus, Elaho y Squamish. Si eres un profesional, puedes hacer el recorrido por tu cuenta, pero si es la primera vez que pruebas esta actividad, se recomienda hacerlo con un guía calificado que navegue a través de los rápidos mientras tú disfrutas de la adrenalina.
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Para consentirte con sus actividades de wellness
Por otro lado, Whistler no deja de ser un destino de lujo con un enfoque importante en el bienestar y la relajación. El pueblo cuenta con una gran selección de spas con distintos tratamientos disponibles, muchos de ellos mientras disfrutas de las vistas serenas de los lagos y las montañas. Por otro lado, aquí también encontrarás una gran selección de lugares para practicar yoga en medio de estas fabulosas panorámicas, o bien conectar con la naturaleza sin necesidad de exaltar tus receptores de adrenalina, sino a partir de actividades para restaurar el equilibrio del cuerpo.
Para hospedarse en el Four Seasons Resort Whistler
Además de ser el resort de ski más grande de Norteamérica, este hotel de lujo es uno de los mejores para hospedarse en Whistler en verano, pues cuentan con montones de actividades para disfrutar al máximo del destino en esta temporada del año. Además de su ubicación privilegiada —cerca de senderos de ciclismo de montaña, campos de golf y de los lagos color esmeralda—, este hotel cuenta con rincones tan mágicos como una alberca al aire libre y tres jacuzzis climatizados en medio de las montañas.
También se organizan actividades dentro y fuera del hotel para disfrutar del destino y sumergirse en la naturaleza, como Forest Bathings, caminatas guiadas, clases de yoga, pilates y pintura y tours en bicicleta ecléctica, todo incluído en la estadía en el Four Seasons Resort Whistler. Por su parte, el spa colabora con una marca indígena de las First Nations para ofrecer tratamientos de todo tipo.
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