La capital de Argentina es uno de los principales destinos turísticos de Sudamérica, y es que su espíritu ecléctico y vibrante y su ambiente bohemio te sorprenderán en cada esquina con su historia, arquitectura, diseño, gastronomía y pasión. Desde hace siglos, esta ciudad ha sido punto de encuentro entre diversas culturas, de lo que deriva su personalidad única que no puede sino atrapar a todo aquel que la visita. Aquí te dejamos ocho razones por las cuales no tienes que visitar Buenos Aires lo más pronto posible.
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Por la diversidad y eclecticismo de la ciudad
Recorrer la capital argentina es un espectáculo ecléctico en el que cada esquina ofrece un panorama distinto cargado de historia y cultura, el fiel reflejo de los procesos migratorios que han marcado el desarrollo de la ciudad. Las construcciones antiguas del centro de la ciudad conviven con los edificios más modernos en Puerto Madero, y aunque la ciudad crece y la tecnología avanza, no olvida su pasado y su tradición. La identidad porteña entremezcla influencias de todo el mundo —españolas, italianas, japonesas, brasileñas, peruanas— que conforman una personalidad única y vibrante que se transmite no solo en sus espacios, sino también en su comida y en su gente. Por si fuera poco, la ciudad es súper amigable con ciclistas y peatones, y cuenta con más de cien parques públicos para recibir a quienes deseen un lugar tranquilo, gratuito y en contacto con la naturaleza.
Por su gastronomía
Generalmente esperamos al final de la lista para mencionar la gastronomía de los destinos turísticos, pero en el caso de Buenos Aires sería imposible no mencionarlo prácticamente desde el principio. En primer lugar, Argentina es, por definición, el paraíso de los corazones carnívoros, pues sus asados y empanadas son mundialmente reconocidos tanto por la calidad de la carne como por la destreza de sus cocineros. La influencia de todas las culturas que han llegado a esta tierra se puede degustar en su tradición culinaria (el resultado, como ya te imaginarás, es exquisito), pero uno de los aspectos a destacar es que aquí encontrarás dónde comer delicioso sin sacrificar ni el presupuesto ni la calidad. ¿Y qué mejor para acompañar un bife de chorizo que una copa de vino tinto? Al igual que la carne, Argentina es famosa por sus vinos, que también puedes degustar en casi cualquier sitio de la ciudad. Y para cerrar con broche de oro, los postres más golosos: dulces de leche, alfajores, churros, acompañados del tradicional mate.
Porque siempre van a la vanguardia en diseño
Buenos Aires es una de las capitales de la moda de Sudamérica, pues su estilo ecléctico y moderno se extiende para tocar todos los rubros del diseño: moda, interiorismo, industrial, editorial, entre otros. La ciudad está repleta de tiendas de marcas locales y diseñadores independientes —tanto los más consolidados como aquellos que apenas van empezando— donde podrás encontrar piezas únicas y exclusivas que te enamorarán a primera vista. La importancia de la ganadería no se limita únicamente al sector gastronómico, sino que también podrás encontrar curtiembres con productos artesanales de cuero de la mejor calidad. Tampoco te pierdas los mercados de pulgas del barrio de Palermo y las ferias de antigüedades y artesanías, llenas de tesoros escondidos a precios bastante accesibles.
Por su oferta cultural
Esta ciudad empapada de cultura está que revienta de librerías (casi 400), teatros (casi 300) y museos (más de 160). El mítico Teatro Colón —considerado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO—, considerado uno de los mejores teatros de ópera del mundo, ofrece una magnífica cartelera de ballets y conciertos de renombre. Otro destacado es el Teatro Nacional Cervantes, famoso por su programación de teatro clásico y contemporáneo. En cuanto a museos, el Museo Nacional de Bellas Artes es un verdadero tesoro que alberga una vasta colección de obras maestras de artistas argentinos e internacionales, mientras que para lxs amantes del arte contemporáneo latinoamericano, MALBA es una parada imperdible. Además, la Avenida Corrientes es el centro neurálgico del teatro y el espectáculo, donde se pueden encontrar numerosos cafés literarios llenos de historia y una atmósfera bohemia encantadora.
Por su vida nocturna
Todos los países tienen una ‘ciudad que nunca duerme’, y la de Argentina definitivamente es Buenos Aires. La calidez y vivacidad de su gente se traduce no solo en los montones de actividades diurnas, sino también en una amplia ofert de bares y barras, cervecerías, discotecas, milongas (lugares donde se baila tango) e incluso restaurantes para bailar y ‘enfiestar’ hasta bien entrada la noche o incluso hasta que amanezca. Cuando se trata de vida nocturna, barrios como Palermo, Recoleta y San Telmo son puntos de referencia populares para encontrar numerosos sitios que permanecen abiertos por la madrugada. En Palermo se puede explorar una gran cantidad de bares de estilos variados, desde sofisticados y elegantes hasta alternativos y bohemios. Recoleta, por su parte, es famosa por la exclusividad de sus bares, ideales para disfrutar de un cóctel y música en vivo.
Por el tango
Este baile es una fusión entre la cultura africana y las culturas locales de los gauchos y los pueblos originarios, con influencias europeas, que nació en Río de la Plata en el siglo XIX. Al pasear por los barrios de Buenos Aires no es raro encontrar parejas de ‘tangueros’ ofreciendo espectáculos callejeros que no le piden nada a los que se presentan en las milongas. Y si además sientes que te quedas con las ganas de bailar, también es común encontrar clases especiales para turistas donde aprenderás los básicos para no perderte de la diversión. Si más bien buscas una experiencia un poco más establecida donde puedas cenar y disfrutar de la música y el show, en San Telmo el tango se convierte en el protagonista de la noche, con milongas tradicionales donde se puede aprender y disfrutar de este apasionante baile.
Porque llevan el fútbol en las venas
Si eres apasionadx del fútbol, seguro ya sabes que Buenos Aires es prácticamente la catedral de este deporte. Aquí podrás presenciar un partido entre aficionados que viven el fútbol como una religión. Si tienes la suerte de pasar por la ciudad un día de partido entre el Boca y el River, notarás cómo la metrópoli se transforma y el estadio se convierte en el protagonista por unas cuantas horas. Ya sea que consigas boletos para ir de espectador o no, puedes recorrer sus estadios en tours especiales que te permiten ingresar y visitar museos dedicados a los equipos.
