En más de una ocasión hemos oído decir que el encanto de Barcelona supera al de Madrid, y aunque no queremos entrar en controversias, es difícil negar que Barcelona es una de las ciudades más completas y visitadas de Europa. Pero más allá de sus clásicos como la imponente Sagrada Familia, el histórico Barrio Gótico o el emblemático Arco del Triunfo, Barcelona tiene mucho más que ofrecer. En sus calles y plazas se esconden rincones igual de impresionantes, pero menos conocidos: jardines secretos y edificios modernistas que pasan desapercibidos entre el bullicio de la ciudad. Aquí te contamos de algunos de esos tesoros que puedes ver en Barcelona y que quizá aún no conocías.
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Hospital de Sant Pau
¿Te imaginas un hospital que también sea un museo? Eso es precisamente el Hospital de Sant Pau, que no solo es un centro médico, sino también un auténtico tesoro arquitectónico. Este conjunto modernista, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997, combina funcionalidad y belleza estética de manera única. Aunque fue fundado en el siglo XV, el edificio actual refleja la modernidad del siglo XX. El arquitecto Lluís Domènech i Montaner diseñó el nuevo hospital, creando un conjunto de pabellones independientes conectados por galerías, con una mezcla de estilos como el neogótico, mudéjar y modernista. La luz natural es una de las protagonistas, ya que los edificios fueron diseñados para aprovecharla al máximo, creando espacios luminosos y acogedores. Además, el interior está decorado con mosaicos, vidrieras y detalles de hierro forjado. Aunque parte del complejo se ha convertido en museo, el hospital sigue en funcionamiento ofreciendo atención médica de alta calidad. Y si te interesa la historia de la medicina, dentro encontrarás el Museo de la Farmacia. Sin duda, una visita que puedes ver y que te dará una perspectiva única de Barcelona.
El Palau de la Música Catalana
También diseñado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, el Palau de la Música Catalana es mucho más que una sala de conciertos; es una verdadera obra maestra del modernismo catalán. Este edificio es un referente mundial tanto en arquitectura como en música. La construcción se llevó a cabo entre los años 1905 y 1908, con estructuras muy avanzadas como la aplicación de grandes muros de cristal y la integración de otras artes como escultura, mosaicos, vitrales y forja. Destaca por sus impresionantes vidrieras, que cuentan con escenas de la vida musical llenas de color y simbolismo. Otro de sus atractivos son los mosaicos de cerámica que adornan las paredes y los suelos, con motivos musicales, florales y geométricos. La sala de conciertos, apta para 2,049 espectadores, tiene una acústica excepcional y es considerada una de las mejores del mundo. Si tienes la oportunidad de asistir a un concierto aquí, la experiencia será inolvidable.
El Laberinto de Horta
El Laberinto de Horta es un jardín-museo donde podrás sumergirte en la historia de la jardinería y descubrir cómo eran los jardines en el siglo XVIII. El parque se construyó en los terrenos de la antigua finca de la familia Desvalls, una familia aristocrática con un gran interés por la ilustración y la naturaleza. Los Desvalls concebían el jardín como un lugar para el estudio y la reflexión, donde la naturaleza y la arquitectura se unían para enseñar y deleitar. El laberinto de cipreses es la atracción principal con caminos sinuosos y muros verdes, representa un desafío divertido para grandes y pequeños. Por otro lado, está el Jardín neoclásico, que es el más antiguo del parque y se caracteriza por su orden y simetría, con estatuas, fuentes y estanques que lo adornan. También está el Jardín romántico, más salvaje y natural, invita a perderse entre sus senderos y descubrir rincones ocultos. El parque también cuenta con varias construcciones, como una torre, una ermita y una casa de labranza. Representa un oasis verde y mágico en medio de Barcelona.
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Cementerio de Poblenou
Otro de los lugares más curiosos de Barcelona es el Cementerio de Poblenou, un espacio lleno de arte, historia y esculturas impresionantes. Más que un simple lugar de descanso para los difuntos, es un verdadero museo al aire libre, con mausoleos, panteones y esculturas que te sorprenderán. Inaugurado en 1819 y diseñado por el arquitecto italiano Antonio Ginesi, en el siglo XIX se amplió y se convirtió en el principal cementerio de la ciudad. Entre sus monumentos más destacados se encuentra el Petó de la Mort, –Beso de la muerte–, una escultura de Jaume Barba de 1930, que muestra a un esqueleto con alas besando a un joven en la mejilla. Además de este famoso beso, encontrarás monumentos funerarios y figuras de mármol creadas por algunos de los mejores escultores y arquitectos de la época. El cementerio también es el lugar de descanso de varias figuras históricas de Barcelona, como políticos, artistas y escritores.
Casa Sayrach
Otro de los atractivos que puedes ver en Barcelona es la Casa Sayrach es una verdadera joya del modernismo catalán que no te puedes perder. Se sitúa en una esquina privilegiada entre la Avenida Diagonal y la calle Enric Granados, y es uno de los últimos exponentes del modernismo en Barcelona. Fue construida entre 1915 y 1918, destaca por su elegante diseño y sus formas curvas, una clara influencia de Antoni Gaudí. Lo increíble es que el proyecto fue dirigido por Manuel Sayrach i Carreras, un joven arquitecto que aún no había terminado sus estudios cuando la diseñó. La fachada es espectacular, con líneas fluidas, balcones de hierro forjado y un esbelto torreón. Pero lo que realmente sorprende es su interior: el vestíbulo, con formas orgánicas y referencias anatómicas, es una auténtica obra de arte. La huella de Gaudí se siente en cada rincón, especialmente en las curvas y el uso de materiales naturales. Aunque la Casa Sayrach sigue siendo una vivienda privada, se puede visitar a través de visitas guiadas.
¡Viaja y disfruta al máximo!