6 islas que tienes que visitar (sí o sí) durante tu viaje a Grecia 

Sin importar cuál sea tu idea del viaje ideal, Grecia seguro tiene una opción que cumple y supera cada una de tus expectativas: playas espectaculares, historia, gastronomía, vida nocturna, sitios arqueológicos, aventura, mitología, atardeceres de ensueño, ciudades medievales, callejones preciosos para perderte durante horas y no padecer un solo instante. Este país, cuya historia se entremezcla con los poemas más épicos de la literatura, está conformado por siete archipiélagos y más de 200 islas habitadas, cada una de las cuales susurra su propia historia. Todas tienen algo que ofrecer, pero aquí te dejamos las seis islas que tienes que visitar sí o sí durante tu viaje a Grecia.

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SANTORINI

Casi parece una obviedad, pero no por nada Santorini es la más famosa de todas las islas griegas. Con sus icónicas construcciones blancas que descienden por las laderas de sus acantilados, Oia es el pueblo predilecto entre los turistas, pues se dice que desde ahí se ven los atardeceres más sublimes del mundo. Una de las principales atracciones para lxs amantes de la historia son las ruinas de la ciudad de Akrotiri. Hace más de 3500 años, una erupción volcánica devastó la isla de Thera (hoy Santorini), y así como en la península itálica sucedió con Pompeya, aquí la ciudad de Akrotiri quedó sepultada bajo el polvo y la ceniza. A finales de los años 60 del siglo pasado, comenzaron las excavaciones para recuperar el sitio, que permaneció intacto gracias a la protección que, irónicamente, proveyó esa capa de residuos volcánicos.

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SYROS

La capital de las Islas Cícladas es el destino ideal para los viajeros que buscan experiencias culturales y muchísima historia. Alrededor de la isla encontrarás montones de iglesias católicas y ortodoxas, edificios históricos, monumentos, mansiones y sitios arqueológicos. La ciudad decimonónica de Ermúpoli está construida sobre dos colinas gemelas, una coronada por un templo ortodoxo y la otra por una iglesia católica, herencia del periodo de ocupación veneciana que, incluso ahora, se hace presente en su arquitectura y sus plazas. Quizá una de las mejores maneras de conocer Syros sea permitirte perderte en sus callejones y descubrir sus rincones llenos de magia. Frecuentemente es sede de festivales de distintas disciplinas, como cine, animación, danza, arte, música y ritmos griegos que no te puedes perder.

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CORFÚ

A diferencia de la mayoría de las islas más famosas de Grecia, Corfú no está en el mar Egeo, sino en el mar Jónico, lo cual trae consigo diferencias sustanciales. En primer lugar, el encanto cosmopolita de esta isla se debe a su pasado colonial con influencias venecianas, británicas y francesas. Entre edificios coloridos, hiladas de olivos y espléndidas mansiones, su encanto recuerda mucho a la Toscana, pero con el extra de algunas de las mejores playas en los alrededores. Por otro lado, sus calles están llenas de callejones serpenteantes y escalinatas coronadas por iglesias barrocas. Un imperdible en la isla, sobre todo si eres fan del ‘chismecito’ histórico, es el Achilleion, el palacio que que la Emperatriz Sissy se mandó construir basado con inspiraciones de la antigua Grecia y preciosos jardines con vista a la bahía de Benitses (actualmente está cerrado por remodelaciones, pero los espacios al aire libre se pueden visitar sin problema).

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CRETA

Cuenta la mitología griega que Zeus se crió en esta isla, y ese dato es suficiente para empezar a entender la relevancia histórica de Creta. Y es que aquí el mito se encuentra con la realidad en sitios como el palacio minoico de Knossos (donde se dice que se encontraba el laberinto del minotauro), y las zonas arqueológicas de Áptera y Malia. Estando en Creta, no te puedes perder la ciudad de Chania, la cual te hará sentir en Grecia, Turquía e Italia al mismo tiempo; aquí podrás conocer su puerto de origen veneciano, visitar el distrito de Tabacaria (cuya arquitectura y trabajo en piel son impresionantes), pasear hasta el faro, ver la mezquita de los Jenízaros y la Catedral. Date un día para disfrutar de las arenas rosas de la playa de Elafonisi o de las preciosas vistas del mar desde la playa de Balos.

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MYKONOS 

Conocida como la Ibiza griega, Mykonos es el destino ideal para las almas fiesteras que prefieren la vida nocturna. Además, ha sido uno de los principales bastiones del movimiento LGBTQ+, con montones de bares y playas gays que promueven un ambiente incluyente y súper animado. Aparte de bares y clubes, abundan los restaurantes de primera clase para degustar lo mejor de la gastronomía griega, con varias opciones internacionales. Por otro lado, Mykonos es una isla con mucha historia y referentes que van más allá del jolgorio, como los emblemáticos molinos de viento Kato Milli y el barrio de Little Venice, el cual data del siglo XVIII y recuerda del pasado de Mykonos como uno de los principales puntos comerciales del Egeo. Hoy por hoy, es ideal para disfrutar de un cóctel en una de sus terrazas mientras contemplas el atardecer.

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NAXOS

Esta isla vivió su apogeo durante los siglos VII y VI a.C., cuando dominó el resto de las Islas Cícladas y salió victoriosa de distintos intentos de invasión persa. Durante la Edad Media, como el resto de las islas de la zona, fue conquistada por los venecianos, periodo que tuvo un enorme impacto visible hasta hoy. Uno de los puntos imprescindibles en tu visita a la isla es Chora, la capital de Naxos, la cual conserva un precioso casco antiguo repleto de callejones laberínticos que suben y bajan, y casas blancas con puertas y ventanas de colores. Dentro de esta misma ciudad se encuentra Kastro, una ciudadela medieval que aún conserva algunas de sus casas venecianas y los muros medievales que lo custodiaban, así como monasterios, iglesias y antiguas mansiones nobles. Cerca del puerto de Chora se encuentra Portara, una gran puerta de mármol de seis metros de altura y más de 2500 años de antigüedad, que alguna vez fue un templo dedicado a Apolo.

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