A menudo, Italia es considerado como uno de los destinos turísticos más bonitos y visitados en el mundo entero, y no es para menos. Su encanto, belleza, arquitectura e historia lo han convertido en el lugar al que todo mundo sueña ir por lo menos una vez en la vida y, aunque Florencia, Venecia y Roma son las ciudades más visitadas, este país alberga otros destinos igual de impresionantes. Tal es el caso de Polignano a Mare, un pueblo blanco de Italia famoso por sus acantilados, aguas cristalinas y por ser el hogar que vio nacer ‘Volare’, una de las canciones más populares de Domenico Modugno.
Polignano a Mare se encuentra ubicado sobre un impresionante acantilado que, a su vez, se eleva sobre las hermosas aguas cristalinas del mar Adríatico, convirtiéndose en uno de los sitios imperdibles dentro de la costa de Apulia. Su belleza no solo radica en su formación sino en la belleza de su arquitectura, sus calles estrechas, su Centro Histórico y sus pequeñas playas y cuevas que cada año son visitadas por miles de turistas que buscan vivir un verano de ensueño y, por supuesto, ‘la dolce vita’.
La historia de este pueblo blanco de Italia se remonta a la época del imperio romano, cuando su función principal era ser un puerto pesquero de gran importancia. Su magia y encanto aún se conserva en sus fachadas blancas de estilo medieval, sus pequeñas calles, sus playas y sus principales atractivos turísticos como sus restaurantes, bares y algunos museos; tanto por su ubicación estratégica como por su belleza cultural, podríamos decir que inclusive es perfecta para planear un roadtrip por Italia. Aquí un imperdible es la Chiesa Matrice–una iglesia del siglo XIII–, Palazzo Marcesale, Palazzo dell’Orologio y Lama Monachile, una de las playas de agua turquesa más bonitas de toda Italia
Otro de sus atractivos son sus cuevas y acantilados, una de las más importantes es la cueva Palazzese, llamada de esta manera porque se encuentra situada bajo un palacio al que solo se puede acceder de esta manera. En la actualidad este palacio se convirtió en un lujoso hotel. Una parada obligada es visitar el museo de la Fundación Pino Pascali–donde se exhiben exposiciones de arte contemporáneo–, al igual que la estatua dedicada a Domenico Modugno, un guitarrista y cantautor poliganés, quien popularizó la canción ‘Volare’ también conocida como ‘dipinto di blu’ y que hasta la fecha es uno de los temas italianos más populares en todo el mundo gracias a su letra representa la libertad.
En cuanto a la gastronomía, vale la pena navegar por los distintos rincones y descubrir la oferta culinaria en las calles o grandes restaurantes. Uno de los más famosos es el Grotta Palazzese, una terraza dentro de una cueva que tiene las vistas más espectaculares hacia el mar y el cielo. Sus platillos son de lo más ‘top’, creando platos exclusivos con ingredientes de la más alta calidad. Nadie podrá resistirse a una buena pesca del día, ensaladas, pastas y cortes de carne premium. El crudités de mariscos, burrata y arroz con patatas y mejillones son un verdadero apapacho.