El arte rupestre es una ventana invaluable que da testimonio de las formas de vivir, pensar y expresarse de las comunidades prehistóricas alrededor del mundo. Muchas de ellas representan animales, plantas, figuras humanas y demás símbolos que nos muestran la cosmología de los pueblos nómadas que recorrieron esas tierras. Dependiendo de su estado de conservación, varios de estos sitios aún pueden ser visitados, o bien cuentan con réplicas estupendas para admirar sus vestigios en todo su esplendor. Aquí te dejamos cinco destinos alrededor donde puedes encontrar pinturas rupestres impactantes que para conectar como nunca con el pasado.
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Dordoña, Francia
La cueva de Lascaux, ubicada al suroeste de Francia, específicamente en la región de Dordoña, es conocida por albergar una impresionante colección de pinturas rupestres de aproximadamente 17 mil años de antigüedad. Fueron descubiertas casi por casualidad, cuando en 1940 un grupo de adolescentes locales se aventuraron en la cueva, y hoy por hoy es uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo. Las pinturas rupestres de Lascaux representan una variedad de animales, como bisontes, caballos y ciervos, los cuales sugieren que la cueva se utilizaba con un sentido ritual, y que hoy nos da una pista sobre la comunidad que realizó las pinturas y su relación con el entorno natural. Por temas de conservación, la cueva original de Lascaux se cerró al público en 1963, pero existe una réplica exacta que captura cada trazo y color y que permite a los visitantes explorar y maravillarse con las increíbles pinturas.
Cantabria, España
Considerada la ‘Capilla Sixtina’ del arte rupestre, la cueva de Altamira en Cantabria alberga algunas de las pinturas prehistóricas más famosas del mundo, y se calcula que también de las más antiguas, pues estudios recientes han concluído que algunos de estos trazos tienen alrededor de 38 mil años de antigüedad. Hoy por hoy, el acceso a la cueva original está sumamente restringido, pero existen una réplica y un museo que están abiertos al público y donde se puede admirar todo el esplendor de las distintas ‘salas’ de la cueva, como la Sala de los Polícromos, sin duda la más conocida a nivel mundial, que ilustra un gran conjunto de bisontes de gran tamaño y simbolismo ritual. Cabe señalar que tanto la cueva como su réplica y el museo se encuentran muy cerca de Santillana del Mar, por lo que al visitar una puedes pasarte a la otra para aprovechar el viaje.
Hargeisa, Somalilandia
Situada en Somalilandia, al norte de Somalia, la cueva de Laas Geel alberga pinturas rupestres que se cree que tienen entre cinco y once mil años de antigüedad, y que hoy por hoy se consideran como la mejor muestra de arte rupestre de África por su variedad y su casi milagroso estado de conservación. El tesoro está compuesto de 350 figuras humanas, animales y símbolos geométricos que demuestran que, milenios atrás, este paisaje árido y desértico era en realidad el punto de convergencia de dos ríos, donde convivían especies y asentamientos humanos muy distintos a los que se encuentran el día de hoy.
Patagonia, Argentina
La Cueva de las Manos, ubicada en la región de la Patagonia, Argentina, es famosa por albergar una impresionante colección de pinturas rupestres con una antigüedad estimada entre nueve y trece mil años. Como su nombre lo indica, los trazos inmortalizados en estos muros capturan cientos de siluetas de manos de colores vivos, las cuales se cree que tienen un significado simbólico y ritual. Algo que llama la atención es la técnica de soplado que se utilizó para imprimir las figuras. Es posible visitar la cueva en el contexto original, pero también se han implementado medidas de conservación para proteger las pinturas y garantizar su preservación a largo plazo. La cueva fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1999, pues constituye un vestigio de la vida de los indios tehuelches, unos de los primeros pobladores de sudamérica.
Baja California, México
En México existen varios destinos en los que se pueden apreciar impresionantes pinturas rupestres que dan fe del antiquísimo legado cultural de este territorio. Entre ellos destaca el poblado de Cataviñá, en el estado de Baja California, donde se pueden admirar murales cuya antigüedad parece remontarse a hace alrededor de tres mil años. La cueva de Cataviñá, que forma una especie de túnel de aproximadamente
