Quién no ha visto esas fotografías de los bistros y cafés parisinos con su encanto despreocupadamente glamoroso y sus sillas mirando hacia la calle para no perderse un momento de lo que sucede en ellas. Estas imágenes han conquistado postales, novelas y películas, y si bien quizá para los franceses ya no tienen nada de novedoso, para quienes visitan la ciudad de la luz no dejan de ser algunos de los rincones más mágicos. Cuando se trata de cafés parisinos, Le Nemours es una institución imperdible para ir a desayunar durante tu visita a París.
Le Nemours no podría tener una ubicación más privilegiada: entre el Museo del Louvre y los Jardines del Palais-Royal, con vistas hacia la Place Colette, debajo de las columnas que sostienen el anexo de la Comédie Francaise. En pocas palabras, este café parisino parece posicionarse casi como el corazón palpitante de la ciudad. Además de ser el spot ideal para parar a tomar un café y un croissant después de una mañana cultural, aquí podrás materializar todas tus fantasías francesas (tal como las viste en Emily in Paris).
Te puede interesar: Despierta frente a las vistas más lindas de París en este hotel de diseño ‘groovy’ junto al río Sena
Más que una simple cafetería, Le Nemours es un pequeño restaurante estilo brasserie, con sabores caseros y productos de calidad que se sirven en una terraza climatizada que adquiere un encanto diferente —pero constante— según la época del año. Por fuera, sus pequeñas mesas redondas son una invitación bastante seductora a sentarse a contemplar la vida en las calles del centro de la capital francesa, mientras que por dentro, la decoración luminosa, elegante, cálida y contemporánea provee una atmósfera acogedora y extra chic para disfrutar de un desayuno parisino.
Te puede interesar: Despierta frente a las vistas más lindas de París en este hotel de diseño ‘groovy’ junto al río Sena
El menú abarca los grandes clásicos de la cocina francesa, desde baguettes, croques y quiché hasta sardinas y paté. Por supuesto, las crepas dulces y los postres se mantienen muy a la altura del lugar, así que incluso si solo puedes pasar un rato en la tarde, definitivamente todo minuto que pases en este café parisino será tiempo bien invertido. No te olvides de completar la experiencia, por supuesto, con un café o quizá una copa de vino o de champaña.
¡Coman, disfruten y compartan!