La historia del Conde Drácula es uno de los relatos más fascinantes y conocidos en el mundo entero. Este mítico personaje de piel blanca, colmillos, capa negra y larga, vivió en las oscuridades de su castillo situado en la antigua frontera de Transilvania y Valaquia. El Castillo de Bran o mejor conocido como Castillo de Drácula, es un escenario de leyenda, además de ser la fortaleza más popular de Rumanía.
Esta mansión medieval, se encuentra situada a 25 kilómetros al noreste de Brasov, en Bran, rodeado entre una inmensa vegetación, con un aspecto tétrico y de misterio. Este castillo fue construido entre 1377 y 1388, donde se encontraba la fortaleza de la época de los Caballeros Teutónicos y fue documentado en un acta que emitió Luis I de Hungría, en la que cedía a los sajones de Brasov, construir la Ciudadela.
Aunque en la actualidad este castillo se encuentra situado en lo alto de la colina, en Rumania, no siempre fue así. Anteriormente Transilvania pertenecía a Hungría y, al terminar la Primera Guerra Mundial, la propiedad fue regalada a la Reina María de Rumania. Ella lo modernizó y lo convirtió en su residencia, hasta que, durante la época comunista el castillo fue arrebatado de la familia real y fue convertido en una atracción turística.
El Conde Drácula sí vivió aquí, pero únicamente en la novela homónima del escritor Bram Stoker. Uno de los relatos más famosos y espeluznantes del mundo, que ha dado lugar a adaptaciones en cine, comics y teatro. Se dice que algunos de los aspectos de este mítico personaje están basados en Vlad ‘El Empalador’, príncipe de Valaquia y en historias de vampiros que circulaban en aquella época en Europa oriental.
Además, se rumora que Vlad tenía cierta fascinación por el castillo de su padre, que luego se convirtió en el escenario perfecto para dar vida a esta leyenda. En la actualidad, es una ruta imperdible en Rumania para los fanáticos de las historias de terror. En su interior alberga salas, pasadizos, 60 habitaciones, colecciones de armas, armaduras y muebles antiguos. También artículos de decoración como cuadros, jarrones y alfombras de piel.
Para complementar la experiencia, el Castillo de Bran cuenta con un restaurante a las afueras de la fortaleza, rodeado de un hermoso jardín. Es ideal para ir a tomar el té después de la visita a la mansión. También se realizan eventos privados, culturales y sesiones fotográficas. Además de tours presenciales y en video para explorar el misterio de estas colinas, que Bram Stoker creó para que fuera el hogar de Drácula.
Sitio web: bran-castle.com