Hay muchos aspectos que definen nuestra identidad, pero uno de los más importantes es la cultura. Y si bien este término tiene muchas definiciones, una ciudad en Europa que lo representa a la perfección es Cracovia. Con impresionantes construcciones que nos transportan a nuestro pasado, un fuerte contexto histórico, muchos lugares que explorar, comida que probar y experiencias que vivir, en esta ocasión conoceremos a Cracovia, la capital de la cultura en Polonia y una de sus ciudades más bonitas.
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El aspecto más característico de Cracovia es su arquitectura. Gracias a su contexto histórico, es de las ciudades mejor conservadas en Europa; y así, recorrer sus calles es viajar en el tiempo y conocer una época en la historia que nos dejó edificios de gran valor arquitectónico. Entre mágicos castillos, enormes e imponentes torres góticas, impresionantes edificios del renacimiento, preciosas iglesias y un centro histórico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, Cracovia es una de esas ciudades que te cautiva.
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Si quieres conocer el corazón de esta bella ciudad, debes visitar la Plaza del Mercado de Cracovia, un conjunto arquitectónico de 40,000 metros cuadrados de edificaciones medievales, museos, cafeterías, hoteles y muchas atracciones más. Este lugar es el centro de la ciudad polaca y su importancia cultural recae en todos los acontecimientos históricos de los que ha sido parte. Entre los edificios más importantes están: la Lonja de los Paños, una estructura renacentista que impresiona por su simetría; la Iglesia de la Asunción de la Santísima Virgen María, una basílica de estilo gótico que destaca por la historia que guarda; y la Torre del Ayuntamiento, que con ladrillo y piedra, alcanza los 75 metros de altura.
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Ante una hermosa ciudad, uno siempre buscará el mejor lugar para fotografiarla, y en Cracovia, el sitio con la mejor vista es la Colina de Wawel. Esta pequeña montaña de piedra caliza justo encima del Río Vístula es hogar a su vez del Castillo de Wawel, un edificio tan antiguo como impresionante. Por mucho tiempo, Cracovia fue la capital de Polonia, por lo que este era el lugar de residencia de diversos reyes. En la actualidad, la entrada al castillo es gratuita y hay diversos tours para ver sus alrededores.
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Visitar Cracovia te da la misma sensación de abrir un libro y perderte en sus páginas, ese sentimiento donde al instante, te adentras tanto en una historia que te olvidas de todo lo que está a tu alrededor. De esta manera, no es sorpresa que Cracovia fuera declarada Ciudad de la Literatura por la UNESCO en 2013, un título que la destaca por sus esfuerzos, eventos e instituciones que apoyan el intercambio literario a nivel nacional e internacional.
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Otro de los elementos que forman parte de la cultura de cualquier país es su comida, por lo que no puedes irte de Cracovia sin haber probado alguno de sus deliciosos y tradicionales platillos polacos. Por su ubicación e historia, la gastronomía de esta sociedad se vio ampliamente influenciada por una fusión de los ingredientes de la zona y distintas culturas que marcaron su historia. Entre los platillos que no puedes perderte están: Pierogi, dumplings con distintos rellenos que caracterizan la comida polaca; Obwarzanek krakowski, un delicioso pan en forma de aro; y Bigos, el cual suele ser reconocido como el platillo nacional y se prepara a base de carne, col y sauerkraut.
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