Desde hace muchos años, Japón ha ganado popularidad notable como destino turístico, ya que finalmente comienza a crecer el aprecio por su cultura y estilo de vida. Entre sus puntos de interés más especiales se encuentran los jardines japoneses, conocidos por su atmósfera pacífica y los maravillosos escenarios naturales que ofrecen, así como por incorporar elementos históricos y de herencia nacional. Aquí te contamos más sobre Kenroku-en, uno de los jardines más bonitos en Japón.
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Ubicado en la ciudad de Kanazawa en Japón –que a su vez se encuentra en la isla de Honshu–, el jardín de Kenroku-en es uno de los destinos turísticos más especiales de todo el mundo, con paisajes de ensueño que lo convierten también en un espectáculo natural incomparable. También se le conoce como el ‘jardín de los seis atributos‘, ya que incorpora lo que se dice hace a un jardín perfecto: espacio, seclusión, elementos artificiales, carácter antiguo, canales de agua y panoramas espectaculares.
No puede negarse que la belleza natural del jardín Kenroku-en es verdaderamente impresionante. Se creó durante lo que se conoce como el periodo Edo –1603-1868–, primero como jardín exterior del Castillo de Kanazawa, que posteriormente presentaría diversos cambios a raíz de la transición de dominio entre lords y Señores de renombre. Fue hasta 1874 que se designó como un sitio nacional de Japón, ahora abierto al público en general y considerado como uno de los tres jardines más bonitos del país.
Kenroku-en se diseñó siguiendo los principios del paisajismo japonés, con una atención cuidadosa a cara detalle y buscando la armonía perfecta entre la naturaleza y el ser humano. Entre sus elementos principales se encuentran una fuente –que también se posiciona como la fuente más antigua de Japón–, una casa de té Yungao-tei — erigida en 1774 para celebrar la ceremonia de té– y un puente colgante ganso. Este último se conoce como ‘el puente caparazón de tortuga‘, ya que cuenta con una forma bastante peculiar creada por piedras naturales.
Construidos sobre arroyos y estanques, los puentes del jardín Kenroku-en le añaden un toque de encanto y misterio a sus paisajes, y lo mejor de todo es que al cruzarlo sus transeúntes pueden experimentar la sensación de estar suspendidos en el aire. Previo a la visita, vale la pena consultar el calendario cultural del lugar para estar al tanto de actividades y eventos especiales a lo largo del año.